Mitos del
cementerio de Punta Arenas…
La belleza de este enclave situado, con
el correr del tiempo, en el centro de la ciudad; es potenciada por las
historias enigmáticas que entre sus cipreses
se murmuran.
Se cuenta, por lo bajo, que la gran
benefactora del Solemne Frontis del cementerio, Doña Sara Braun Hamburguer, pidió, solamente una condición al realizar la
donación de los fondos, que una vez que sus restos ingresaran a través de la
puerta de la nave central, ésta debía ser cerrada definitivamente.
Esta poderosa mujer falleció en la ciudad
de Valparaíso en el año 1955, sus restos están actualmente en su mausoleo en el
cementerio de Punta Arenas y se dice, que su cuerpo habría sido embalsamado y
que, cada 1 de noviembre es retirado para cepillar su cabello.
Mausoleo Sara Braun |
Cierto o no, es el atractivo inequívoco
de las leyendas, parte verdad parte
fantasía, de hecho son datos pocos contrastables, pero que seríamos sin
nuestros mitos.
Indio Desconocido |
Otra historia que se respira
en este campo santo es la del Indio Desconocido, se cuenta que corrían los años '30 y las autoridades del momento junto con la
administración del cementerio donaron una tumba a un indígena que vivía en la
Isla Diego de Almagro. Después de 20 años, curiosamente, comenzaron a aparecer
velas alrededor del sepulcro y un par de monedas que se fueron incrementando
con el tiempo. Ya en el año 1968 el lugar estaba atiborrado de placas de
agradecimiento, velas y flores. El dinero que se recolectaba fue a parar a la
cruz Roja, gracias al esfuerzo de Magdalena Vrsalovic. A partir de ese entonces
se comenzó a gestionar la construcción de una tumba monumental, en la cual se
ubicaría una figura de bronce del indígena desconocido, realizada por el
escultor Edmundo Casanova.
El porque de esta veneración
espontanea es todo un misterio, lo cierto es que hasta el día de hoy, las
muestras de gratitud colman cada espacio de este monumento.